Jolantha Tschudi: aventurera y primera clienta de Porsche

En 1948, Jolantha Tschudi fue la primera clienta de la joven marca de automóviles deportivos Porsche. Piloto de avión y aventurera, exploró África y sigue inspirándonos hoy en día con su espíritu pionero y su valentía.

"Estoy sola con mi pájaro. Él obedece todas mis órdenes y me lleva por el aire. Un simple error puede costarme la vida. Pero eso es lo que lo hace tan atractivo, lo que me da esa sensación de orgullo y libertad". Jolantha Tschudi tenía sólo 18 años cuando documentó en su diario la sobrecogedora experiencia de su primer vuelo en solitario. Trece años antes, cuando ella tenía cinco, su padre encendió su pasión por los planeadores. "Tenía la cara radiante y chillaba de alegría cada vez que girábamos", recordó Jacques Tschudi sobre ese momento decisivo para su hija en los Alpes suizos.

Jolantha estaba predestinada a ser una aventurera. "No sabía lo que era el miedo", comentó su hijo Christian Neukom. "Le encantaba explorar territorios desconocidos". Lo mismo le ocurría cuando, en 1944 y después del bachillerato, asistió a una escuela de vuelo sin motor en Belp, cerca de Berna. Volar era entonces algo casi exclusivamente masculino. La joven de 18 años no tenía miedo, pero sí tenía el peso de la responsabilidad sobre sus jóvenes hombros.

El comienzo de una apasionante carrera como piloto

"Si fracaso, ¿recaerá eso sobre mis sucesoras?". Pero no había por qué preocuparse, ya que superó todos los obstáculos. Esto marcó el comienzo de una apasionante carrera como piloto, que llevaría a Tschudi hasta África, por un camino lleno de aventuras.

Jolantha Tschudi, 2023, Porsche AG

Además de ser una pionera en el aire, Jolantha Tschudi también estaba abierta a nuevas experiencias en tierra. Quedó extasiada la primera vez que oyó hablar de un nuevo vehículo deportivo bautizado con el nombre de Porsche, en 1948. "Para ella, conducir y volar significaba libertad y aventura", recuerda Christian Neukom. E hizo realidad su sueño con el elegante Porsche 356, extraordinariamente moderno en aquella época.

Éxito del 356 en el Salón de Ginebra

En junio de 1948, el primer automóvil con el nombre Porsche obtuvo su permiso de circulación en Gmünd, Austria. Con el 356 "Nº 1" Roadster, Ferry Porsche cumplió un sueño: crear su propio coche deportivo. Un plan valiente para una época difícil a finales de esa década. Porsche encontró sus primeros entusiastas en Suiza que, como país neutral, se mantuvo en gran medida al margen de la catástrofe humanitaria y económica que supuso la Segunda Guerra Mundial.

En el invierno de 1948, Bernhard Blank, hotelero y concesionario de automóviles de Zúrich, poseía dos de los primeros Porsche jamás construidos: un 356/2 Coupé, que expuso en la planta baja de su hotel, y un 356/2 Cabriolet azul oscuro con carrocería de Gebrüder Beutler, que vendió a Jolantha Tschudi. Se convirtió así en la primera mujer que compró un Porsche en todo el mundo. Blank tenía una petición antes de entregar el Cabriolet a su nueva propietaria. Quería presentarlo junto al 356/2 Coupé en el Salón de Ginebra en marzo de 1949. La primera aparición de la marca en un evento internacional fue un gran éxito y conquistó a la prensa especializada, conviertiendo de inmediato al Porsche 356 en una referencia entre los aficionados europeos al automóvil.

Heinrich Kunz, Hans Orsini, Ferry Porsche, Bernhard Blank, Louise Piëch y Ernst Schoch (i-d), 1949, Porsche AG
Salón de Ginebra de 1949: El 356 de Tschudi junto al 356/2 Coupé. De izquierda a derecha: Heinrich Kunz y Hans Orsini (personal de Bernhard Blank), Ferry Porsche, Bernhard Blank, Louise Piëch, hermana de Ferry, y Ernst Schoch (secretario de Blank).

Jolantha Tschudi perdió a sus padres cuando aún era joven. Su padre, fundador del concesionario AMAG de Zúrich, falleció en 1944. Su madre biológica, que murió cuando Jolantha tenía sólo tres años, no era más que un débil recuerdo. "Aprendió muy pronto a ser firme", recuerda su hijo Christian Neukom. "Y no dejaba que nadie se interpusiera en su camino".

Estudió etnología en Neuchâtel y, en diciembre de 1946, emprendió el primero de sus largos viajes de estudios a África con el conservador del museo etnográfico de esa ciudad y un amigo piloto. Pero no en un planeador, sino en un monomotor Stinson. También fue una aventura extraordinaria. "Al final recorrieron una distancia de 13.000 kilómetros", indica Neukom. "Y tuvieron que hacer no menos de seis aterrizajes de emergencia". La gasolina impura bloqueaba el carburador. "Siempre era una lucha conseguir aterrizar el avión rápidamente para poder reparar el motor".

Pero eso no impidió que Tschudi volara a África una y otra vez en los años siguientes. Junto con el Director del Museo Rietberg de Zúrich, visitó pueblos indígenas africanos hasta entonces desconocidos en Europa. Los lectores del periódico Neue Zürcher Zeitung esperaban sus relatos desde tierras lejanas en su columna habitual, "Cartas desde la selva". "Mi madre fue probablemente la primera mujer europea que vivió con los tuaregs en la región del Sahel, durante un largo periodo de tiempo", afirma Christian Neukom. Publicó un libro de referencia científica sobre el arte rupestre prehistórico de la cordillera de Tassili n'Ajjer, en el Sáhara.

Jolantha Tschudi, 2023, Porsche AG

A Jolantha Tschudi le fascinaba la caza, otro coto masculino, e incluso tocaba el violonchelo en una orquesta de cámara. Pero nunca perdió de vista su gran pasión, el vuelo sin motor. Poseía varios récords de altitud y distancia y era miembro del equipo nacional suizo de vuelo sin motor. Utilizó el 356/2 Cabriolet con matrícula ZH 44035 para largos viajes a varios lugares de los Alpes. Pero su alegría duró poco, ya que chocó contra un bordillo en el paso de Julier, en el cantón de los Grisones, dañando considerablemente el coche, que luego vendió a su hermano.

Una vida extraordinaria

Tras casarse con Louis Neukom y el nacimiento de sus dos hijos, abandonó su pasión, volar. "Fue muy difícil para ella", dice Christian Neukom. "Pero decía que el sentido de la responsabilidad que tenía por mi hermano Yves y por mí era mayor que su anhelo de volar". Incluso abandonó sus viajes de investigación por el bien de su familia, centrándose en cambio en su pasión por la caza y dedicándose a los estudios grafológicos. Jolantha Tschudi falleció a los 86 años, en 2011.

Su extraordinaria vida nos ofrece una visión de los primeros días de la exitosa historia de Porsche y de una época en la que la empresa encontró un espíritu afín en su primera clienta.

Jolantha Tschudi, 2023, Porsche AG

Información

Artículo publicado en el número 407 de Christophorus, la revista para clientes de Porsche.

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